En condiciones normales, no se nos pasaría por la cabeza incluir este mini-proyecto en nuestra selección, pero la repercusión conseguida lo ha convertido en un pequeño-gran hit para Shiz Multimedia. A velocidad de crucero y contra todo pronóstico.

Cada diciembre, en la planificación de trabajo, aparece la famosa “felicitación de Navidad para clientes”. Y automáticamente se producen intentos múltiples de pasa-marrón: “ya la hice el año pasado”, “estoy muy liada”, “no llego a las entregas”… Entendednos, nos gusta como al que más ponernos de turrón de chocolate hasta las cejas. Pero, ¿sois conscientes de lo complicado que resulta intentar crear algo diferente todos los años? ¿Y hacerlo a ratos, incrustado entre la página web de unos y la campaña de social media de otros?

Pues bien, al fin descubrimos todo lo que estábamos haciendo mal:
1.- No hay que inventar la pólvora, basta con reinventar un clásico.
2.- La unión sin interrupciones hace la fuerza: varias cabezas y manos juntas trabajan mucho más rápido.
3.- Lo que se ve es lo que cuenta: se pueden obtener resultados decentes sin programación de nivel MIT.
4.- Siempre positivo, nunca negativo: la ironía está reñida con los villancicos.

Como consecuencia:
· Recibimos solicitudes de permiso para (re)utilizar la felicitación.
· Muchísima gente a la que no se la habíamos enviado la publicó y compartió en redes sociales.
· Nos dieron tantas palmaditas en la espalda que perdimos la cuenta.
· Y las visitas a nuestra página corporativa subieron cual cohete.

No está mal. Nada mal 😉